Juan Luis de Miguel es Ingeniero Industrial por el Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza. Desde hace más de tres décadas trabaja en Centro Zaragoza, uno de los referentes en investigación tecnológica sobre el automóvil en España creado en 1989, cuando, según sus palabras, “el sector asegurador toma conciencia de que los vehículos se estaban haciendo cada vez más complejos de reparar, un fenómeno que ha crecido exponencialmente en la última década”.

En este centro ha desempeñado diversas funciones, que van desde la investigación sobre accidentes de tráfico hasta la puesta en marcha de SIETE, (Sistema Informativo de Especificaciones Técnicas), una base de datos que contiene todos los modelos susceptibles de ser asegurados en nuestro país. Además, ha colaborado con la Comisión Europea como evaluador de los sistemas de seguridad de la industria del motor.

En esta entrevista, De Miguel repasa los temas de más interés del sector de la automoción, como el envejecimiento del parque, el coche eléctrico, el vehículo autónomo o la necesidad de seguir luchando contra los accidentes de tráfico. En este sentido, afirma que la elevada antigüedad media de los coches españoles “es preocupante, tanto en términos medioambientales, como en términos de seguridad”. Achaca la baja penetración del coche eléctrico en España “al alto precio de compra” y pone de ejemplo experiencias vividas en otros países para incentivarlo: “si nos fijamos en los países con mayor número de coches eléctricos, veremos que cuentan con ventajas fiscales que los hacen más atractivos que los coches con motor de combustión”. Además, afirma que “no creo que el conductor español tenga menos conciencia medioambiental que el de los países nórdicos”.  No ve al coche autónomo como una realidad inmediata, ya que “además de las trabas sociales y legales, que también las hay, los fabricantes son prudentes con la tecnología”, ya que quieren que “esté contrastada y libre de todo fallo” antes de comercializarla.

Por último, respecto a la lucha contra la accidentalidad en carretera, afirma que “deberíamos alinear las estrategias con la Visión Cero” y pone como ejemplo de medida acertada “la reducción de la velocidad en zonas urbanas” aprobada recientemente.