El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presentado el avance de las cifras de siniestralidad relativas al año 2022. Las cifras, muy negativas, hablan por sí solas: el pasado año, 1.145 personas perdieron la vida en la carretera, un 14% más respecto a 2021 y un 4% más que en 2019.

Estas cifras solo recogen el número de fallecidos a las 24 horas del accidente y no incluyen las estadísticas de accidentalidad urbana, un tipo de siniestros al alza. De hecho, según el estudio “Nueva movilidad urbana y seguridad vial”, de la Fundación Línea Directa, el número de accidentes sucedidos en ciudad se incrementó un 42% entre 2011 y 2019. Una tendencia que, de confirmarse en 2022 podría conllevar un retroceso histórico en la lucha contra la mortalidad en carretera.

El número de accidentes mortales, también se incrementó un 13% respecto a 2021 y un 3% respecto a 2019, consolidándose como la cifra más alta en los últimos 4 años. Además, se registraron 4.008 heridos hospitalizados, un 7% más respecto a 2021, y 10% menos respecto a 2019.

Radiografía del accidente de tráfico en 2022

Las carreteras convencionales siguen siendo el caballo de batalla de la seguridad vial, ya que estas vías registraron el 73% de los fallecimientos en accidentes de tráfico durante el pasado año. Respecto al tipología del siniestro, la más común es la salida de vía (42%), que experimenta, además, un crecimiento considerable. Por tipo de usuario, desciende la proporción de los usuarios vulnerables fallecidos (-5%), especialmente la de motoristas. Sin embargo, aumenta considerablemente el de conductores de turismos (+10%), un fenómeno que podría deberse al incremento de la velocidad media en los desplazamientos y de la movilidad.

Un dato sorprendente es el incremento de peatones fallecidos, sobre todo teniendo en cuenta que este avance solo incluye accidentes ocurridos en vías interurbanas. Pese a ello, en 2022, 126 peatones fueron atropellados en accidente de tráfico, más de la mitad en autopistas y autovías. Además, 3 de cada 10 fallecidos en estas vías rápidas fueron arrollados cuando se habían bajado del vehículo y solo el 6% hacía uso de prendas reflectantes en el momento el accidente.

Respecto a la edad, se confirma la gran mejoría experimentada por los conductores más jóvenes. De hecho, el grupo de edad 25 a 34 años es el que registra un mayor descenso en el número de fallecidos (-11%). Unas cifras que contrastan con las de los usuarios más veteranos, ya que la franja de edad que peor comportamiento registró es la de 55 a 64 años, con 197 fallecidos.

Pero sin duda, sorprende lo mucho que queda aún por hacer en materia de concienciación, ya que el 25% de los fallecidos en turismo y furgoneta no llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente. En este sentido, según Fernando Grande Marlaska, Ministro del Interior, “toca analizar las cifras y seguir trabajando para atajar las causas, reducir los fallecimientos y contribuir también a concienciar a la ciudadanía sobre el drama de los siniestros viales y sus dolorosas consecuencias”.