En marzo de 2022, la DGT impulsó la aprobación de la norma que eliminaba los 20 km/h adicionales para adelantar apoyándose en un fuerte argumento: pese a que se ocuparía más tiempo el carril contrario, la reducción de la velocidad rebajaría la frecuencia y la gravedad de este tipo de accidentes.  

Dos años y medio después de la aprobación de la medida y pese a estar vigente solo 9 meses en 2022 (último año disponible con cifras de accidentalidad a 30 días), los datos parecen darle la razón, ya que el número de accidentes con víctimas (-6,1%), el de fallecidos (-8,5%) y el de heridos graves (9,6%) en adelantamientos en vías convencionales han descendido notablemente frente a 2019, último año comparable. Y todo ello, pese al escaso apoyo con el que cuenta la medida, ya que apenas un 19% de los conductores españoles la aprueban, el 46% de los automovilistas aseguran que no la cumplen y el 54% no cree que vaya a reducir las cifras de accidentalidad. 

Además, los accidentes en adelantamientos destacan por su gravedad, ya que es la tercera variable siniestral con mayor proporción de fallecidos entre las víctimas que causa, solo superado por el exceso de velocidad y el consumo de alcohol. No en vano, en la última década de la que se disponen datos a 30 días (2013-2022), casi 600 personas perdieron la vida en un adelantamiento y casi 14.000 resultaron heridas en estas maniobras.

La Fundación Línea Directa también ha investigado cuáles son los tramos de las carreteras convencionales más peligrosos para adelantar, para lo que ha analizado todos los accidentes con víctimas sucedidos en España en la última década en tramos de un máximo de 25 kilómetros. En este sentido, los tres tramos de carretera convencional con más fallecidos se encuentran en la N-232 (Km 204-221, Zaragoza), en la N-230 (Km 135-139, Huesca) y en la TF-66 (Km 1-9, Tenerife). Le siguen la EI-700 (km 2-3, Baleares) y la N-340 (Km 77-92, Cádiz).

Estas son algunas de las principales conclusiones del último estudio de la Fundación Línea Directa, que además de investigar la siniestralidad de este tipo de siniestros, analiza los riesgos que conlleva esta maniobra y recoge la opinión y comportamiento de los conductores españoles al respecto. 

Mucho por mejorar

Pese a la notable mejora de las cifras de accidentalidad, hay mucho que mejorar aún, pues el 73% de los fallecidos en vías interurbanas se registraron en carreteras convencionales. Además, algunos de los comportamientos de los conductores españoles son claramente mejorables. De hecho, 13,6 millones de conductores (49%) reconocen que han adelantado alguna vez sobrepasando los límites de velocidad y 8,3 millones reconocen haber adelantado existiendo una línea continua. 

El perfil del conductor accidentado en un adelantamiento corresponde al de un hombre de entre 30 y 45 años, con un turismo, en fin de semana y en periodo vacacional. El accidente tipo suele venir causado por una colisión frontolateral (30%), una colisión lateral (26%) y una colisión frontal (10%).