La medida es drástica y promete ser polémica: bajar la tasa máxima de alcohol de 0,5 g/l a 0,25 g/l en sangre y de 0,25 miligramos por litros a 0,10 en aire espirado. La incuestionable influencia de este tipo de bebidas en la accidentalidad unida al estancamiento en la bajada del número de fallecidos en accidente de tráfico y a la permisividad social con la que cuenta el binomio alcohol-conducción ha llevado a la Administración a dar un paso al frente. Y es que las cifras no mienten: el 36% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico dieron positivo en alcohol y de ellos, más de un tercio dieron 1,0 mg/l de aire espirado o más, un indicador que multiplica por 4 la tasa máxima vigente.

Otra de las razones alegadas por la DGT para la modificación normativa es la equiparación con otros países de nuestro entorno, como Suecia, Noruega, Polonia y Estonia, que ya cuentan con una tasa de 0,2 gr/l como límite oficial. Además Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumania tienen aprobada una tasa de alcohol de 0,0, una posibilidad aún lejana en España y sobre la que no hay un gran consenso. En cualquier caso, aún no hay fecha de entrada en vigor de esta posible medida, pero el objetivo podría ser aprobarla antes de que termine la actual legislatura. 

Esta bajada del límite de consumo de alcohol en la conducción también podría conllevar una modificación del Código Penal, que establece que las tasas por encima de 0,6 mg/l en aire espirado será considerado como delito en todo caso. Asimismo, la propuesta también eliminaría el escalonamiento de tasas por antigüedad del carné y por área de actividad, ya que, en la actualidad, se exige un límite más estricto para conductores noveles y profesionales, La excepción serían los menores que conduzcan un cuadriciclo o un VMP, a los que sí se les exigiría una tasa 0,0.

Multas y sanciones actuales

Actualmente, si la tasa de alcohol de un conductor se encuentra entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l en aire espirado la multa será de 500€ y se le retirarán 4 puntos del carné. Pero si la tasa supera los 0,50 mg/l, la multa se eleva a 1000€ y se retirarán 6 puntos. Por último, si la tasa supera los 0,6 mg/l, será siempre considerado delito y conllevará una pena privativa de libertad de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la suspensión del permiso de conducir entre 1 y 4 años.

Si el conductor se niega a realizar la prueba, también se le imputará un delito contra la seguridad vial, con penas de prisión de 6 meses a 1 año y la retirada del carné por un periodo de entre 1 y 4 años.