El cansancio, el paisaje, un pueblo bonito, programar una ruta en el GPS sin parar el coche o responder a una llamada de móvil. Todos hemos apartado la vista de la carretera alguna vez estando al volante para hacer algo que, sencillamente, puede esperar. Y es que, cuando conducimos, un segundo es tiempo suficiente para que nuestra vida cambie para siempre.

Los datos hablan por sí solos: según el último estudio de la Fundación Línea Directa, 1 de cada 3 accidentes mortales están provocados por una distracción al volante, una cifra que no puede sorprender si tenemos en cuenta que 3 de cada 4 automovilistas, es decir, el equivalente a unos 21 millones de personas, confiesan distraerse cuando conducen, de los que 1,5 millones afirman hacerlo “casi siempre”.

Además, se da otra circunstancia alarmante: aunque el número de accidentes causados por distracciones se ha reducido drásticamente en la última década, cada vez son más graves. De hecho, su letalidad (el número de fallecidos en accidente de tráfico cada 100 víctimas) ha aumentado un 52%. La razón es evidente: la velocidad, un factor que agrava las consecuencias de los accidentes. De hecho, las sanciones por excesos de velocidad han aumentado un 26% desde la pandemia, un indicativo de que, cada vez, estamos corriendo más.

Principales distracciones

Según la DGT, el uso del móvil al volante multiplica por 4 el riesgo de sufrir un accidente, y enviar un WhatsApp, por 23. Pero ¿cuáles son las distracciones más habituales en los accidentes de tráfico? Según los atestados, la mayoría de los accidentes por distracciones se produce por abstraerse en la conducción (31%), cansancio (29%), mirar el entorno (13%) e interactuar con los pasajeros del vehículo (9%). Sin embargo, los conductores reconocen que lo que más les distrae es el “efecto mirón” con otros accidentes (80%), mirar el paisaje (79%), abstraerse de la conducción (72%), usar el GPS integrado o en el móvil (52%) y leer WhatsApp o mails en el móvil (34%).

El móvil, precisamente, es la gran preocupación de todos. La dificultad de certificar en un atestado que su uso ha sido el causante de un siniestro, provoca que esté infrarrepresentado en las estadísticas de accidentes. Sin embargo, su peso es evidente, ya que más de 13 millones de automovilistas (48%) reconocen usarlo habitualmente mientras conducen, y 600.000 se confiesan “adictos” a manejarlo al volante.

Tipología accidental

Los siniestros por distracción suelen producirse en vías interurbanas (60%), el fin de semana (37%) y por una colisión por alcance (27%). El conductor accidentado suele ser un hombre adulto que se despista, sobre todo, en rectas prolongadas y en los semáforos.

En cuanto a las comunidades con más distracciones, los conductores de Canarias, Murcia y Castilla y León son lo que afirman distraerse más al conducir, mientras que los de Aragón, Extremadura y Cataluña, son los que menos lo hacen.